sábado, 11 de junio de 2011

Células del Espíritu

   He estado pensando... ¿Serán las células de nuestro cuerpo conscientes de que forman parte de un todo? ¿De nuestro cuerpo? ¿Se darán cuenta que todas son igual de importantes, que cada una cumple una función y tiene características específicas que le permiten desempeñarse para lo que fueron creadas? Y no por ser distintas, unas son más o menos importantes que las otras...
   Es más, cuando una o unas de ellas no funcionan bien, se refleja en el cuerpo, en el todo, y el cuerpo, de una u otra forma se ve afectado y debe reaccionar... todas las otras células se ven afectadas de uno u otro modo, luego lo que haga o deje de hacer una célula, afecta la totalidad... 

   Probablemente las células no saben porqué les tocó el papel que les tocó... Salieron de una célula enorme, que todo lo contenía... maestra. Toda la información estaba contenida en ella y poco a poco se fue dividiendo y diferenciándose, pero finalmente todas con un origen común.

   Yo creo que las células ni saben que son células... o sí?


   En el fondo, nosotros tampoco sabemos que somos humanos... no sabemos y/o no aceptamos lo que eso significa. No estamos conscientes que somos parte de un todo... de El Todo, ni tenemos consciencia que cumplimos una función al venir a esta vida terrenal... Y en nuestro deseo de "perfección" no vemos que somos perfectos para lo que vinimos a hacer... Y en nuestro egocentrismo creemos que lo que hacemos nos afecta sólo a nosotros y creemos que lo que haga el del lado no tiene ninguna influencia en nuestras vidas...

   En conclusión, también podríamos ser células... Somos Células del Espíritu.

  Dejo una pregunta... ¿Qué son las células madre? Y, ¿cuál es la analogía, qué es una "célula madre" del Espíritu?

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