El otro día escuché a una persona plantear un problema: los conejos salvajes que viven en el mismo cerro donde ella tiene su casa, se comen su hermoso pasto. Entonces su cuestionamiento fue: "¿Qué hago? No les quiero hacer daño y no me sirve poner cercas alrededor. Me imagino que se lo comen porque tienen hambre y para ellos es comida, sin embargo el pasto es mi lugar de esparcimiento con mi familia y no quiero perder ese espacio." Entonces el maestro Emmanuel le contestó: "Imagina que son niños etíopes que no tienen qué comer y pueden alimentarse de tu pasto... Para ti es solo un adorno, pero para ellos es alimento."
Ésta es una tremenda oportunidad de crecimiento y no sólo para aquella persona, sino para todos nosotros. El aporte a la Conciencia Colectiva es inconmesurable para nosotros.
El hambre que sufren muchas personas en el mundo es parte de nuestra inconsciencia con respecto a los alimentos. Botamos tantas cosas de ellos que aún se pueden utilizar, desperdiciamos la comida, dejamos que expire dentro de nuestras despensas y no le damos el valor que ella tiene. Conozco gente que recoge lo que sobra de las ferias que venden frutas y verduras y se alimentan de eso... y no es que coman comida en mal estado, sino que aprovechan hasta la última parte del alimento, evitando desperdiciar lo que aún sirve.
Reflexionemos además sobre las personas que se acercan a nuestra puerta a pedirnos un plato de comida o algo para poder cocinar... ¿A cuántos de ellos les cerramos la puerta en la cara porque se están "aprovechando"? Si se están aprovechando, ¿qué mal nos hace? Peor aún... ¿y si no se están aprovechando y en verdad tienen hambre?
El tema es que no está en nosotros el convertirnos en jueces y dictaminar quién en verdad tiene hambre y quién hace de mendigar un oficio. Si tenemos algo que podemos compartir, ¿por qué mejor no lo hacemos? De este modo, poco a poco la conciencia humana colectiva va a poder avanzar hacia un estado en que el hambre en el mundo ya deje de existir.
(Iba a poner una imagen sobre el hambre en el mundo, sin embargo no soy capaz de mirar esa atrocidad... me duele el alma. Espero sinceramente que seamos capaces de evitar seguir siendo tan inconscientes, sin la necesidad de tener que ver para creer).
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