martes, 26 de julio de 2011

Para Comentar I

   Les hago una invitación: La idea es que, quien llegue aquí y lea la frasecilla citada, deje un comentario... Lo que sea, pero creemos la reflexión juntos...

“Cuando ambos esposos tienen una carrera, el valor total del matrimonio disminuye para los dos, pues no se realiza el total del trabajo requerido, lo que hace la vida más dura para ambos y el divorcio más probable”.
Gary Becker, Premio Nobel de Economía. Citado por Rodrigo Guendelman en su artículo.

lunes, 25 de julio de 2011

Ser

   Ser, para mí, es todo un tema. Ser mujer, más aún. Y vivir/compartir la vida con hombres, sin comentarios...

   Si bien no es mi objetivo vaciar en este post mi odio/repudio escondido, latente, otras veces más obvio, contra los abusos que siento que han cometido en contra de las mujeres, sin contar todas "aquellas características" que me causan más conflictos, lo más probable es que salgan a la luz o al menos se asomen. Debo decir también que me han dicho que en otros tiempo las mujeres también abusamos de los hombres y este período, el que hemos estado viviendo, ha sido sólo una cuestión karmática. Sin embargo, mi memoria no llega a tiempos tan lejanos y sólo lo que he visto y vivido en esta vida es lo que puedo comentar ahora...

   Esta reflexión la hago a partir del artículo que Rodrigo Guendelman publicó este fin de semana (velo aquí) titulado "Cuidado con las Mujeres Empoderadas".

   Hubo un tiempo en mi vida en que yo me cuestioné lo que él plantea ahí. ¿Quiero una familia o quiero el éxito profesional? Y luego, ¡¿por qué tengo que elegir?!


   Probablemente muchos digan "no tienes que elegir", pero seamos realistas. Más allá de cómo sean los compañeros de vida o de lo que uno se proponga, esta sociedad nos hace tener que elegir, el conjunto de estructuras y condicionamientos que la conforman nos limitan... y si queremos sobrepasar estos límites y hacer las cosas como deseamos... se puede? ¿Cuál es el costo? Aunque en el fondo sí quiero creer que no hay que elegir, que se puede encontrar el equilibrio... me cuesta creerlo.



   También tengo la esperanza de que las cosas estén cambiando a favor de una mejor sociedad donde vivir.


   Pero bueno, un poco de análisis desde mi punto de vista... Qué mal han estado las cosas hasta ahora!


   Guendelman hace el comentario de lo difícil que es tener una mujer winner como pareja, porque al final manejan tantas cosas en su vida, que no le dedican mucho tiempo a su vida personal, particularmente de pareja Sin embargo, esa imagen de mujer empoderada-superocupada es sólo un espejo de lo que han sido y cómo se han comportado los hombres hasta ahora. Pues los hombres han sido empoderados por mucho tiempo, y el tiempo para la vida personal no ha incluido necesariamente a la familia, ni a la pareja (no la formal, legal, etc... porque la "externa" sí ha sido parte característica de estos hombres winner).


   No digo que alguna de ambas situaciones sean buenas, porque al final son lo mismo. Una falta de equilibrio tremenda. Vivir en un extremo, descuidando el resto. Me pregunto, ¿se puede ser una o un profesional exitoso, lograrlo todo, ganarlo todo y, a la vez, tener una pareja y, más aún, una familia feliz? ¿Se puede tenerlo todo en la vida? ¿Es mucha ambición quererlo todo? ¿Hay que tratar de ser feliz con pocas cosas materiales para tener una gran riqueza en el corazón, o viceversa?


   Yo no quiero tener que elegir... y me he peleado mucho tiempo con esa idea. ¡Qué bueno que ya tenía decidido antes de venir aquí que mi hija iba a llegar a mi vida prontamente! Porque sinceramente, fue un alivio sentir que no tenía que decidir sobre eso... Ya estaba embarazada... ya venía mi retoño. Ahora, toda mi vida tenía que organizarla considerando ese pedacito de amor adosado y ya no podía perderme esa experiencia. Fue un alivio realmente.


   El tema de ahora es ¿cómo sigo?


   Veo hacia atrás y yo me sentía y visualizaba una mujer como las que se describen en el artículo. Todo lo logran, todo lo pueden. Pero cuando pensaba en esa vida, en ese tipo de vida, no lograba encontrar un espacio de tiempo que me permitiera vivir una familia. Trabajo sin horario, muchas veces de lunes a lunes, dormir poco, comer lo que se puede si es que uno alcanza, decir que "sí puedo" a todo, obteniendo los mejores resultados siempre (porque ay que soy perfeccionista... o era, parece q algo se me ha ido pasando)... ¿En qué momento se para?


   Probablemente esta idea, esta visualización, sea también el resultado de lo que he visto en mi madre. Por siempre su trabajo ha sido ultraextenuenate, llevándola a un estrés y cansancio sin fin... Mi abuela fue la que me crió, pues era ella la que estaba en el día a día. Y aunque yo amo mucho a mi mamá... más de alguna vez sentí que me hizo falta su presencia, el estar ahí en esos "pequeños momentos". En todo caso, no la juzgo... Sé que hizo y sigue haciendo lo mejor que siente que puede hacerlo... para el bien de todos (de quién?).


   Todo este cuestionamiento lo llevo en mi mente por años. Como parte también de mi característica de "controlarlo todo", pues he querido tener el camino todo definido y muy claro, con la meta entre ceja y ceja. Y más que ayudarme a avanzar, me ha detenido. Me he quedado en los cuestionamientos, en tratar de resolver desde ya los posibles problemas que podrían venir y no he seguido caminando (¡¿Cómo se puede resolver algo que todavía no sucede?!).


   No obstante... estoy reanudando la marcha. Aunque la mente me manda la voz de alerta diciéndome "cuidado, no está todo resuelto", estoy más entregada. Menos control (sólo menos). Todavía no sé que va a ser de mi vida... cómo voy a vivir lo que se venga para vivir. Sólo espero y en realidad confío en que lo mejor sucederá. De alguna forma podré tenerlo todo en la vida. A pesar de que ya no sé bien qué es "todo" para mí (jajaja... que enredado, ojalá se entienda).